Según el fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), hay 500 millones de niños y niñas en el mundo que viven en la pobreza o, lo que es lo mismo, que tienen sus necesidades básicas insatisfechas (NBI). Estas tres palabras significa que no tienen lo necesario para vivir, como alimento, vivienda, escuela, abrigo, atención de la salud, juegos, etc.
Además hay 100 millones de chicos en todo el mundo que no van a la escuela y 167 millones que tienen problemas de crecimiento por desnutrición.
En 1999 murieron 11 millones de niños menores de 5 años por causas evitables, como la falta de higiene, de medicamentos o de vacunas.
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Niños pobres en un mundo rico
¿Por que no pueden todos los niños del mundo gozar de los derechos básicos que tienen como personas?
La primera respuesta que surge es la pobreza. Todos lo sabemos que éste es uno de los grandes problema actuales en el mundo y que afecta a un gran numero de países. Entre ellos Argentina, donde cada día mueren 55 niños por causas que pueden evitarse, como la falta de atención medica. Por ejemplo, en febrero de este año, murieron nueve bebés en Corrientes en el hospital materno-infantil José Ramón Vidal, a causa de una bacteria (llamada clepsiela) que es producida por la falta de higiene y el descuido en las normas de bioseguridad.
En otras regiones del mundo también la situación de la niñez es muy grave. Y aunque son los niños de los países mas pobres los más afectados, estos problemas también están presentes en los países que pertenecen al llamado "Primer Mundo".
Nadie lo creería pero en los Estados Unidos hay zonas donde uno de cada cuatro habitantes es pobre. En los estados de New York, Arizona y Massachusets el porcentaje de pobreza es del 25 %. También en Europa aumenta el numero de personas con necesidades básicas insatisfechas: Italia con un 19% de su población, Inglaterra con el 16% y España con el 12%.
Estos datos surgen de un informe que realizaron 45 científicos americanos, australianos, canadienses y europeos, que recomendaron a los gobiernos invertir más dinero en el bienestar de los niños y que por tratarse de países desarrollados tenían más responsabilidad en la tarea de disminuir los índices de pobreza infantil.
Pero no es que vivamos en un mundo pobre. Harían falta 140 millones de dólares por año para que se acabaran los grandes malos para la humanidad (hambres, viviendas, epidemias, etc.). Parece una cifra enorme, pero en el mismo periodo (un año) se gastan 2 billones 400 mil millones de dólares (una cifra 17 veces mayor!!!) en gastos publicitarios. Podemos decir entonces que lo que en realidad sucede es que los recursos del planeta no son utilizados para resolver los problemas más graves.